El poder natural es la habilidad que tenemos para conseguir lo que deseamos, de atraer y tomar buenas oportunidades y a personas que enriquezcan nuestras vidas. Entender así el poder es estar en el camino de hacer algo que valga la pena para nosotros y los demás. Entenderlo desde el punto de vista de dominar a otros está fuera de este contexto.
Desde luego, ese poder natural, como toda actividad, requiere de usar energía. Entonces lo que queremos es tener más y más energía disponible para esas cosas que nos llenan. Para ello, hay una sencilla fórmula: “Haz las cosas que te den energía y elimina las que te la roban”. Fácil ¿verdad?
Por lo pronto, hablaremos de la parte de eliminar las cosas que te roban energía. Se trata de eliminar esas mlestias, grandes y pequeñas, que te distraen de estar verdaderamente enfocado en tu progreso.
Pueden ser cosas pequeñas como un escritorio que nos podido arreglar a tu entera satisfacción. O cosas más grandes, como un jefe que no te comprende. Incluso pueden ser cosas propias de ti, algún mal habito como ser impuntual.
Esas molestias que te rodean, te absorben energía, y eso se traduce en incomodidad que puede llegar a irritarte, y eso lleva al agotamiento. Esto de las molestias que toleramos, no es raro, ni poco. Lo veo suceder en personas y clientes de toda condición (amas de casa, chicas solteras, empresarios, empleados, etc.) y además, es inimaginable el número de cosas alrededor de nosotros que nos molestan, y que además luego dejamos de percibir porque hay otras más grandes que nos llaman la atención. Aunque de que están ahí, ahí están.
¿Y cómo aquí que se hace? Pues como en todos los casos, hay más de una alternativa o escenario. Uno, el fácil, es seguir con los ojos cerrados y dejarlos ahí (no los veo, por lo tanto, no existen). Otro, es verlos, y no hacer nada, con el pretexto de que luego atenderemos eso pues hay otras cosas más urgentes (¿en qué empresa he oído esto?). Uno más, va en sentido de hacer algo. Haz una lista de todo aquello que te molesta. Escríbela, no es suficiente con que la tengas en tu cabeza. Al escribirla esas ideas salen de tu cerebro y permanecerán en el papel. Define un día para empezar a trabajar en eliminar esas molestias. Empieza por lo que puedas hacer en unas horas, o en un día. Al terminar, ¡puedes darte una pequeña recompensa!
Resolver toda la lista te llevará más de un fin de semana. Puedes esperar que tome de dos a cuatro meses. Está bien. El caso es que elimines de tu vida cosas, ideas y emociones que desvíen tu atención (y por lo tanto tu energía). Una nota de atención merecen las cosas con las que creas que no puedes hacer nada. Si son cosas que no te afectan más con el paso del tiempo o que no implican un daño inmediato, ponlas en una lista aparte. Puede ser que desaparezcan por si mismas.
Ahora, que tengas una semana con más y más energía!
Alfredo.
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