lunes, 25 de enero de 2010

La persuasión

Persuadir es hacer aparecer en otra persona sentimientos e ideas que nosotros desearíamos que tuviesen.
¿Para qué? Recuerda que nuestras acciones provienen fundamentalmente de nuestros deseos, intereses y emociones, más que de razones abstractas.
La gente hace cosas por motivos emocionales. Por lo tanto, persuadir es influir también sobre las actitudes emocionales de los demás.
La persuasión no consiste solamente en descubrir el perfil emocional de una persona. Hay que buscar las emociones insatisfechas y darles una salida. Escuchar qué les preocupa y arrimar soluciones. En cierto sentido, es también una tarea que consiste en crear, en los demás, un deseo.
Elementos que ayudan a una buena persuasión:
Persuadir tiene que ver con el arte de saber hablar, pues por medio de la palabra se adquiere el poder de persuadir a la gente.
Persuadir es crear relaciones eficaces, que descansan sobre la comprensión y la transparencia. Si otras personas están a tu cargo, produce una relación lo más igualitaria posible. Guía al otro. No lo critiques, no le grites, no lo juzgues. Alguna vez dile algo más que venga hasta dónde estás tú. Ve a su encuentro y parte desde el lugar donde él está.
Para persuadir es necesario establecer una relación transparente, y en lugar de preguntar si quiere comprar o si quiere cerrar un acuerdo, preguntar: “¿Por qué no lo compra?”, ó “¿por qué no cerramos trato?” Hay una sutil pero importante diferencia entre la riesgosa invitación al otro a contestar “Sí” o “No” (pregunta cerrada), y la sincera interrogación por los pensamientos y sentimientos del interlocutor (pregunta abierta).
Si sabes sonreír, sabes persuadir. La sonrisa es uno de los elementos sensibles más importantes en la persuasión. Siempre que sea sincera, su impacto es inmediato. Dice un proverbio chino: “El hombre cuya cara no sonríe, no debe abrir una tienda”.
Persuadir también es ejercer el arte de ceder. La persuasión es la base de una buena negociación, la cual se consigue cuando se ejercita el arte de ceder. "Peleando no se consigue jamás lo suficiente, pero cediendo se consigue más de lo que se espera”.
Si quieres persuadir, se flexible, empezando en la consecución de tus metas propias. La gran pregunta siempre es esta: "¿Cómo puedo vincular lo que yo quiero con lo que él o ella desea?”. Al intentar convencer a alguien, conociendo y respetando su objetivo, ejercemos una influencia, o damos un consejo, pero no hay posibilidades de que las otras personas piensen o sientan que hay manipulación.
Saber escuchar también es persuadir. Escucha al otro pensando que tiene razón desde algún ángulo, y aunque no lo veas, busca esa perspectiva.
Obtén afirmaciones sucesivas del interlocutor. Si uno empieza diciendo que sí, es muy probable que termine diciendo “Sí”. Y si comienza diciendo que no, es muy probable que termine en “No”. Y el número de afirmaciones a buscar antes de que presentes a la otra parte la necesidad de tomar una decisión, es de tres.
Los buenos modales y el humor son elementos de la persuasión, pues tu presencia personal y nuestros modales pueden pesar más que tus palabras. En cuanto a tu propuesta, también debe ser presentada de manera cordial, sin hallarse privada de cierto humor. Cualquier información será más persuasiva si agrada a la gente. Recuerda que los acuerdos no suelen tener lugar en total ausencia de humor.
Los argumentos concretos y directos son mucho más persuasivos que los indirectos y generales.
Si hacen falta grandes cambios, gradúalos todo lo que sea posible. Ten presente que la gente se inclina a actuar como ha actuado últimamente en situaciones similares, por lo que las personas aceptamos mucho más fácilmente los pequeños cambios que las variaciones drásticas en nuestras vidas.
Si tienes una idea o una propuesta, no la considere meramente “suya”. Hay que aprender a trabajar en armonía con la naturaleza humana, en vez de trabajar en contra de ella, si quieres influir sobre la gente. Un aspecto de la naturaleza humana es el principio de rechazar o permanecer indiferente ante algo que parece totalmente ajeno. Por lo tanto, al presentar una idea, no lo hagas con el espíritu de que es “tuya”. Deja participar al otro u otros en esa idea tuya.
¿Quieres lograr una excelente semana?
¿Quieres alcanzar tus metas de estos días?
¿Estás listo para compartir lo mejor de ti con los demás?

viernes, 22 de enero de 2010

¿Cómo afecta la plática conmigo mismo mis acciones? Elimina tu “pero”

Seguramente has escuchado cantidad de veces acerca de que el cómo hablas contigo mismo te impacta, especialmente en cuanto a los logros que obtienes. Desde luego, en mi trabajo con personas y organizaciones, pongo mucha atención en lo que digo y como lo digo, y continuamente me estoy monitoreando.
Una palabra en particular, de uso generalizado, y de la que no nos damos cuenta, pues está profundamente impresa en nuestras programaciones mentales, es: pero (del latín per hoc), que se usa para contraponer a un concepto otro diverso o ampliativo del anterior, como por ejemplo: Lo intenté, pero no pude. Le maltraté con enjundia, pero él primero me había maltratado a mí. La parte de connotación negativa del pero, es que habla de trabas y limitaciones, e incluso nos puede predisponer a no lograr algo, como en el caso de: Lo voy a intentar, pero está difícil. Ahora, también tiene un uso de continuidad e ilación de ideas, donde el reto es encontrar sustitutos adecuados, que si no fueren de connotación positiva, al menos sean neutrales. Algunas de las palabras que se pueden usar son: más, sin embargo, y las que puedas ir encontrando. El caso, de fondo, es hacer el ejercicio mental de buscar esquemas mentales más productivos y que nos lleven a más resultados en vez de cubrirnos las espaldas, o de plano, disculparnos por el no lograr algo, desde antes de hacerlo! (Más triste…)

Hay otras palabras, como el famoso hubiera, que nos llevan a un gasto de energía y tiempo por demás inútiles, pues es hablar de arreglar un pasado que ya se fue. En todo caso, del pasado conservemos en el corazón las cosas valiosas, en la mente los aprendizajes, y los lastres dejémosles ir (si has ya estado en mis talleres de Rediseño de Vida, sabes usar la técnica para “dejar ir”, sigue aplicándola).
Las palabras en general, al usarlas con nosotros mismos, tienen un efecto tremendo, emocional y psicológico, por lo que es preferible escoger con cuidado cuales y como las usamos. Tengamos presente también que esto es como un ciclo, las palabras expresan emociones, y las palabras refuerzan las emociones. Es privilegio de cada quién elegir hacia donde dirige su atención, y de ahí, su energía.
Lo anterior, visto de otra manera, nos da una pauta para trabajar la programación (o re-programación) mental, con este esquema: ideas > emociones > acciones. Una idea genera cambios físicos-químicos en nuestro cerebro y organismo, lo cual dispara alguna emoción en nuestro cuerpo, lo que se traduce en una acción, que empieza por tomar una decisión, es decir, elegimos que hacer, o no hacer. Si en este esquema incorporamos la parte de la mente subconsciente, nos encontramos con que tenemos la llave de un tesoro de valor incalculable, es la llave a cumplir con nuestra misión de vida. Y esa misión la perfeccionas cuando trasciendes y tomas en consideración a quienes te rodean.
Ten presente, lo que somos, es el resultado de nuestros pensamientos.
Alfredo.

jueves, 21 de enero de 2010

Auto.sabotaje laboral

“Todo mundo tiene la habilidad de hacer lo que hago, y mucho más. Algunos de ustedes lo harán, y otros no. Aquellos que no, será porque ustedes se sabotean a sí mismos, no porque el mundo se interponga”. - Warren Buffet, en un discurso en la Universidad de Washington acerca de lograr el éxito. Si soy un líder inteligente, ¿Por qué me meto en comportamientos que son auto destructivos y contra productivos? Pues porque eventualmente reacciono como cualquier otro humano ante el distrés. El distrés es diferente que el estrés. El estrés es de hecho bueno para mi vida. Me empuja al límite, lo cual nos permite ver de qué material estoy hecho y me deja probarme contra los retos que el mundo me impone. Aún así, cuando estoy bajo presión lo mejor es conservar el enfoque en mis metas, tanto de corto plazo como de largo plazo. Cuando el estrés se torna excesivo (p.ej., demasiadas cosas que me llegan de todas direcciones), me abrumo y entonces se convierte en distrés. Cuando estoy distresado, mi foco de atención se convierte en el encontrar alivio inmediato y por tanto pierdo de vista las metas que deseo alcanzar realmente. Es entonces, cuando disparo desde la cadera y no desde el hombro, por lo que acabo dándome un tiro en el pie. Si estos patrones se repiten durante el tiempo suficiente, se vuelven comportamientos de auto sabotaje que pueden llegar hasta a integrarse en parte de mi personalidad.
¿Cuáles son algunos de estos comportamientos de auto sabotaje más comunes, que pueden poner en riesgo el alcanzar mis metas? 1. Pensar que soy indispensable: Si soy dueño de mi propio negocio (y no he desarrollado a alguien para tomar mi lugar, o sea, una estrategia de salida) puede que sea indispensable. Sin embargo, si trabajo en la empresa de alguien más y pienso que jamás saldré porque soy irremplazable, es mejor que lo piense de nuevo, pues la verdad es que nadie es irremplazable. 2. Atropellar a los demás: Cuando hago esto, inicio frustración y resentimiento. En lugar de motivar a la gente, los atropello y los lastimo. En todo caso, su motivación es reemplazada por un de deseo de resistirse o rebelarse. ¿Por qué querrían contribuir a mis logros, cuando los deshumanizo y los trato como a una máquina y no como personas? 3. No escuchar: Frustro a la gente al hacerlos sentir que no es importante lo que tienen que decir. En este caso, más que buscar rebelarse, dejarán de intentar ayudarme pues sienten que si no es importante lo que tienen que decir, ¿Por qué hacer solo lo que es importante para mí? 4. No delegar: Si después de decirle a mis colaboradores que quiero de ellos, no me hago a un lado de su camino y los dejo hacer, tendrán dudas acerca de sus capacidades o de mi propia capacidad de comunicarte (o dicho de otra manera, no sabrán qué rayos esperas de ellos), lo cual causará que disminuyan su desempeño, lo que a larga dificultará aun más que consigan su madurez laboral. 5. Usar lenguaje técnico o complicado: Si algo es lo suficientemente importante para que lo entienda la gente, entonces es lo suficientemente importante para que lo haga entendible. Utilizar lenguaje técnico o complicado con gente que no lo comprenderá, dificulta la comunicación y tal vez la gente no se sienta cómoda como para decirme que no me entienden. 6. Temer el despedir a alguien: Una de las grandes responsabilidades como líder de un grupo es terminar la relación laboral con la gente que es incompetente, improductiva o destructiva para la organización. Si hay algo que me hace ganar el respeto, o perderlo, de los demás en este ambiente, es el que tenga la capacidad para tomar estas decisiones. Que no me quepa duda, en estas situaciones, todo mundo me está observando. 7. Miedo y evitar evaluar el desempeño: Evaluar el desempeño puede ser aventurado. Requiere ser específico y claro acerca de lo que la gente tiene que hacer para mejorar y luego dar seguimiento para asegurarme que en la siguiente evaluación se hayan cumplido las mejoras. Demasiado frecuentemente se presenta el conflicto entre decirles a los colaboradores que metas deben ser alcanzadas y el decirles como deben alcanzarlas. La consecuencia de esto es hacer las evaluaciones como el llenado de una forma en contraposición al propósito original de las evaluaciones – vehículos para mejorar el desempeño. 8. Miedo de confrontar: Mientras más enfocado estoy en usar mis facultades racionales y habilidades analíticas para fijar metas y desarrollar planes para alcanzarlas, mas estoy expuesto a descuidar mi habilidad para tratar con los asuntos emocionales, la cual incluso pudiera atrofiarse. Investigaciones en el área de RH han evidenciado que mientras más se asciende por la cadena de mando de las organizaciones, más se incrementa el uso de la inteligencia emocional, hasta cierto nivel, pues al aumentar el esquema mental de “estratega”, se puede perder de vista -por tener presente el panorama global- que al final de cuentas los detalles humanos han de ser tratados, y confrontados si es el caso, para aterrizar exitosamente cualquier estrategia. Dicho de otra manera, he de evitar el pensamiento tipo “bunker”. 9. Miedo de fallar: Conforme envejezco el miedo a cometer un error puede ser mayor que el deseo de hacer las cosas bien, lo cual puede tener un efecto adverso en la confianza y perjudicar mi habilidad para tomar decisiones. 10. No hacer que me “compren”: Cuando lo que digo y hago no tiene sentido, no se siente congruente o no se percibe posible de ser hecho a mi equipo de colaboradores, es poco probable que “compren” mis aportaciones. Puede ser que delante de mi asientan, más al poner en ejecución las ideas, su nivel de ejecución podría no estar a la altura de mis expectativas. Ahora, ¿qué puedo hacer si yo mismo me pongo zancadilla con estos u otros comportamientos de auto-sabotaje? Pues este es un asunto de estar alerta a la realidad tal como es, y no como la imagino que sea. Para llegar a esto, he de buscar, contratar y desarrollar a la gente más capaz y brillante de la que pueda rodearme. Y darles la libertad de hablarme con la necesaria confianza para decirme cuando deba hacerte a un lado de su camino, para que yo puedas continuar con el mío.

lunes, 18 de enero de 2010

REPORTAJE ANTIESTRES

Revista “Día Siete”, número 489, por María Luisa Aguilar G.

La lista de propósitos de año nuevo se ensancha en esta época y está plagada de buenos deseos: bajar de peso, ahorrar, superarse para conseguir un mejor puesto, dejar de fumar o realizar el viaje de los sueños. También puede ser justo una etapa para plantear qué podemos hacer para contar con una mejor calidad de vida.

Es decir, nuestro listado puede enriquecerse si incluimos qué podemos hacer para volvernos más productivos, cómo podemos estar más tranquilos y en paz, y hasta cómo dejar atrás los hábitos que ya no nos sirven.

Nuestra enumeración seguramente podría chocar con la otra cara de la moneda, la que nos demuestra que la angustia, el estrés y la tensión son una constante en nuestra vida diaria. Expertos en psicología social, psicoterapeutas, académicos y estudiosos del tema explican que esto se ha recrudecido por varios fenómenos.

El galopante desempleo y la alta demanda de las empresas son factores que provocan un alto nivel de estrés. Además, la sociedad mexicana está supeditada a otros contextos como el consumismo y a un alto nivel de exigencia, que son modelos que vienen de afuera, lo que se adereza con las tradiciones familiares y creencias religiosas que a veces son positivos y a veces no, de acuerdo con lo que dicta la psicología social.

Los expertos consultados coinciden que nos enfrentamos a una sociedad cada vez más compleja, con mayor presión social y con altos niveles de violencia -lo que cotidianamente vemos en las noticias y que también sucede en las propias casas. De igual forma, hay crisis en las instituciones y en los valores.

Estos padecimientos no son exclusivos de un grupo en particular, sino que en este cuadro cabemos todos: adultos, mujeres, adolescentes, personas mayores, amas de casa, ejecutivos de empresas, profesionistas y niños.

Un estudio reciente patrocinado por la cadena de televisión BBC arrojó que el 40% de un grupo de 1,000 niños con edades entre los seis y los 12 años se sentía tenso por la presión laboral que experimentaban sus padres, ante la crisis económica reciente.

En México, datos del Instituto de Aprendizaje Óptimo para el Desarrollo Humano indican que la presión es bastante semejante en cualquiera de los grupos de estudio. Hoy, por ejemplo, el sector público tiene la misma presión que los organismos del sector privado, mientras que la comunidad estudiantil, aunque se haya preparado bien para aplicar un examen, falla debido a los factores de presión internos y externos.

“Es una sociedad que ha estado atrapada cada vez más en el tema de la economía y que ha perdido o está perdiendo la alegría, que sería el antídoto de todos los males psicológicos”, dice Julio Yunes Kardan, psicoterapeuta y director del Instituto de la Sinergia.

“Tu primer tema, la prioridad número uno, no es tener dinero. La prioridad número uno soy yo como persona. Sentirme bien. La prioridad número uno (tampoco) es el empleo, porque tengo empleo para sentirme bien y no a la inversa. Entonces, ahí perdemos un poco la óptica, precisamente por la angustia”, explica Yunes, con un amplio conocimiento en métodos para combatir al estrés.

La angustia responde a un cuadro complejo, que tiene raíces sociales y de educación y que empieza desde la casa, donde al niño se le prohíbe mostrar enojo o disgusto. La escuela lo fortalece y el medio laboral lo refuerza: así, en nuestros centros laborales nos sometemos a sobrecargas que nos generan angustia, pero no nos permitimos dejar la actividad por un lapso.

Esto contrasta con lo que pasa con algunas razas de animales, como los leones, por ejemplo, que detienen por completo su marcha o lo que están haciendo cuando ven un peligro eminente.

La velocidad con la que nos movemos en Occidente ha propiciado una constante búsqueda de nuevos derroteros, entre ellos los Espacios de Conciencia de Cambio. Así, hace unos años, varias ciudades europeas determinaron establecer un sistema contrario al fast food o comida rápida, y entonces se apostó por lo contrario, por crear ciudades lentas y tranquilas.

Lo curioso es que el desempeño de las economías en esas regiones prosperó, en lugar de caer. Con la mente y el cuerpo relajados, las personas cometieron menos errores en los procesos productivos. Y en la vida misma.

En un torrente de malas noticias, no obstante, se pueden vislumbrar también oportunidades y metodologías que nos pueden llevar a una transición, a una transformación y a una administración óptima del tiempo, lo que se conoce como revolución positiva de cambio.

José Miguel Tafoya, director del Instituto para el Aprendizaje Óptimo, afirma que las crisis también llevan al individuo a enfrentar los sentimientos de ansiedad y sufrimiento y abren paso al autoconocimiento y a la transformación.


Diagnóstico del paciente

Con base en varios estudios del ramo, los mexicanos tenemos una baja tolerancia a sentir frustración, por lo que generalmente pasamos los problemas por alto y no los analizamos o visualizamos.

“Nos quedamos viendo el árbol en lugar de ver el bosque”, dice Gabriela Ruiz, miembro del consejo directivo de la Asociación Mexicana para Ayuda Mental en Crisis, A.C.

La especialista menciona que la sociedad mexicana tiene dos grandes influencias: una que viene de Estados Unidos donde la economía y el consumo son la constante, y la otra, el efecto judio-cristiano, relativo a nuestra religiosidad y a nuestras creencias.

“En el terreno de la psicología social, en México tenemos dos visiones que se llegan a contraponer. Por un lado, está el consumo y por otro, la teoría del respaldo divino, el tú aguanta que Dios proveerá”. Así, en un plano, la sociedad sigue sosteniendo un patrón paternalista, donde las personas estamos esperando a que la vida, el otro, o el gobierno nos echen la mano. Por lo tanto, hay una tendencia a la autocompasión y a la autoindulgencia.

En el otro plano, vivimos el mismo planteamiento hedonista de nuestro vecino del norte. Entonces, todo debe ser fácil, todo tiene que ser rápido, y tiene que ser mucho.

Los escenarios conjugados significan que si no estoy teniendo mucho se debe a que los otros no me están echando la mano, explica Ruiz. Además, la sociedad mexicana experimenta la sensación de no contar con una protección eficaz por parte de las autoridades, quiénes, en el terreno de los hechos, muchas veces abusan del poder.

“Como sociedad, culturalmente hay también una duda sobre cuál es el rol de cada uno de nosotros. La mujer se cuestiona si tiene hijos primero o si primero trabaja. Hay una confusión en las parejas, por lo que las familias se empiezan a desintegrar”, indica la especialista.

Casi el 100% de los cuadros de depresión en seres humanos encuentra un problema de vínculos, que se remonta a la relación afectiva que hay entre el recién nacido y la madre.

Alfredo Pérez Venegas, psicólogo con especialidad en desarrollo humano señala que la sociedad mexicana ha perdido de vista la fijación de metas, a veces por la ausencia de modelos a seguir. Sin un objetivo de por medio, la gente se aburre y en consecuencia le resulta tedioso ir al trabajo, estar con la familia, convivir con los vecinos, o solucionar problemas.

“Más que una depresión -que sí existe, pero en un porcentaje menor- lo que vemos es la falta de una conexión con lo mejor de uno mismo. Tenemos las capacidades y el potencial, pero nos olvidamos de ello”, indica el experto, con estudios en la Universidad Autónoma de Guadalajara.

En último de los casos, las personas se van por los resultados inmediatos y en el camino se olvidan de la disciplina, de la voluntad y de la persistencia. El reto es contar con metas a más largo plazo y trascender, tal como lo vemos en los ejemplos de las personas que han dejado huella en el campo científico, económico, de la literatura, etc, menciona Pérez Venegas.

“Si no tenemos frente a nosotros el sentido de la trascendencia, lo demás nos empiezan a importar menos y nosotros mismos nos importamos menos. Así nos encaminamos a lo que yo llamo un estado vegetativo”, indica.

En México se ha vuelto común que los estudiantes reprueben los exámenes ya que el bombardeo de pensamientos negativos bloquea su mente. De esta forma, este grupo necesita aprender a relajarse, a crear imágenes y diálogos positivos, a llevar una metodología de estudio. En resumen, necesita aprender a Aprender, por lo que el fomento a la educación es esencial.

Los centros de trabajo, a su vez, carecen de eficacia y de creatividad. “Si a la gente se le educa para hacer bien las cosas, las va a hacer bien, pero por lo general nos planteamos metas que matan. Al final del día, las empresas acuden preocupadas por apoyo, por que no hay los resultados esperados”, menciona uno de los especialistas consultados.

La eficacia consiste en hacer lo correcto, lo que la persona debe hacer para alcanzar lo que quiere lograr y la eficiencia consiste en cuidar los detalles.

“El tema es: desarrolla a tu trabajador. Un mismo trabajador que te rinde una unidad en un año, tres años más tarde probablemente te esté rindiendo cuatro unidades, porque la experiencia también simplifica el trabajo”, indica Yunes Kadan.

Los expertos coinciden que la presión a la que sometemos a nuestras vidas nos nubla la visión y nos hace incapaces de plantear escenarios más saludables. En el terreno laboral, cuando viene un recorte hay un padecimiento por parte de la gente que sale, pero más aún entre la que se queda, lo que provoca un círculo vicioso que empieza por la angustia y que desencadena varios males: ineficacia, pérdida de tiempo, problemas de salud.

La carencia de creatividad tampoco nos permite plantearnos las posibilidades que nos puede brindar el autoempleo. Y la creatividad consiste en no aceptar el mundo como está, sino plantearnos qué es lo que hace falta para poder evolucionar y ser mejores.

“La gente no cree en sus capacidades y vive preocupada, por lo que no tiene el hábito de ser creativa. Como no lo tiene, no sabe cómo confrontar. Desconoce que, al igual que cualquier fortaleza, la inteligencia, la voluntad y la creatividad se pueden desarrollar”, añade Yunes.


Los pasos de los expertos

Si bien la respuesta de estrés es natural en el organismo, cuando alcanza niveles exagerados se transforma en una emoción distorsionada.

Cuando nos estresamos nos aceleramos, perdemos el control de las emociones y empezamos a respirar muy rápido, por lo que para equilibrar estos cuadros debemos tomar conciencia de lo que está pasando por medio de la respiración profunda.

Pérez Venegas señala que en la primera hora de la mañana las personas pueden visualizar lo que quieren hacer a lo largo del día, lo que es un paso sumamente importante. Llegada la noche, podemos hacer un repaso de lo que hicimos y de lo que dejamos de hacer y analizar si la falta del cumplimiento de metas estuvo en nuestras manos o fue provocado por factores externos.

“El tiempo no lo podemos administrar. Es algo que está ahí y lo único que podemos hacer es ponernos tareas o actividades que nos mantengan saludables. En las ciudades grandes, el tráfico te roba muchísimo tiempo, pero tienes la posibilidad de nutrir tu mente escuchado un audiolibro o música que nos relaje”, indica.

Julio Yunes nos plantea la importancia que tiene el cuidado del cuerpo, pues nadie puede ser productivo si tiene hambre y si no cuenta con energías. Pero también el ejercicio es necesario, como necesario es tomar descansos y dormir bien.

“En el futuro, la economía, dependerá de ser eficaces y la eficacia se aprende. Aprender, estudiar y no esperar a que el mundo te venga a decir lo que tienes que hacer. Asumir la responsabilidad de innovar y cambiar lo que ya hay. Hacer las cosas más simples”, señala el experto.

El Instituto de Aprendizaje Óptimo propone que los directivos de empresas tengan presente en su visión y su misión formar ambientes saludables, para lograr que la gente quiera pertenecer a la organización. Para lograrlo se tienen que aplicar una serie de valores que incluyen el valor de la salud física, el de la salud mental y la salud espiritual, que se combinan con los valores de honestidad e integridad.

“Tiene que haber un compromiso muy serio desde la dirección general, desde los líderes. Provocar un cambio de mentalidad y llevarlo al músculo, al cuerpo, a la práctica, no nada más pegar una cartulina en la pared que nos recuerde en qué consiste la misión (de la empresa)” advierte el director de este centro, José Miguel Tafoya.

Gabriela Ruiz resalta la necesidad de poner atención a lo que se hace en el momento presente: si la persona está escribiendo, jugando, platicando, concentrarse en ello, lo que se conoce como Atención Plena. Dar también tiempo a la introspección, para que la persona se observe y se relaje.

“Que yo sienta que fluyo. Fluir significa que me es sencillo. Que estoy como en un Baile, y que aparte siento gozo”, dice.

La Federación Mexicana de Yoga reconoce que en el último lustro, esta disciplina ha cobrado cada vez más adeptos y que hoy el interés no es exclusivo de un grupo, como sucedía antes.

“Hace 10 años sí había muy poca gente, hace cinco era sobre todo algo que se enfocó a las mujeres y hoy en día me parece que es muy ligera la barrera. Sigue habiendo más mujeres que lo practican, pero también hay más hombres que antes, adultos mayores por los problemas de la articulación y varios jóvenes” indica Fabien Lefebvre, director de contenido de las publicaciones de la federación.

Mariana Emiko, profesora de yoga vinyasa, que trata la fluidez corporal y la combinación de movimientos con el control de la respiración a través de secuencias dinámicas, coincide con Julio Cruz, director de arte de la federación, en el sentido de que esta actividad de interés creciente entre los mexicanos es un espacio para poner atención a uno mismo.

“Vivimos en un mundo acostumbrado a ver hacia afuera, a cumplir con las expectativas de los demás, pero pocas veces nos ponemos atención a nosotros mismos, y el yoga te da justamente el espacio para trabajar con tu propio cuerpo, con tus estados mentales. A partir de ahí vas teniendo mucho más conciencia de ti mismo, lo que irremediablemente repercute en que te sientas mejor”, señala Cruz.

Los especialistas en esta disciplina aceptan que si bien el yoga ha cobrado adeptos debido a que hay una especie de moda alrededor del movimiento, en el fondo, la sociedad refleja también la búsqueda por estar bien,
“Lo que es importante es el fin último (de la disciplina), el estado de unión en todas sus fases: lo espiritual, lo físico y lo mental, pues en realidad es una práctica de transformación” añade Emiko-

sábado, 16 de enero de 2010

PROGRAMACION MENTAL

¡Rompe la crisis…de tu mente!
¡Programa milagros en tu vida!


TEMARIO
· Programación Mental
· El uso del “Lenguaje Positivo”
· Relajación Consciente y Profunda
· Oasis – en tu interior
· Tu esencia
· El ABC del crecimiento personal
· Las 3 eMes
· Anclaje de “Estado de Plenitud de Recursos”
· Taller Mental – Pantallas
Pantalla de Salida
Pantalla de Trabajo
Pantalla de Programación

DURACIÓN – 4 horas dedicadas ¡a lo mejor que hay en ti!
FECHA:
Dos fechas,
Jueves 21 de Enero, de las 4:00 p.m. a las 8:00 p.m., ó
Sábado 23 de Enero, de las 9:00 a.m. a la 1:00 p.m.

LUGAR: Calle Rayo # 2670 – A
Col. Jardines del Bosque
Guadalajara, Jal.

INVERSION:
Si haces depósito bancario, hasta el viernes - $400 pesos.
O al registrarte antes del evento, la cuota normal de $500 pesos.
Depósito bancario
Cantidad - $400 pesos
Banco Banorte
Cuenta 633609784
Por favor envía o trae copia de la ficha de depósito

Informes:
33 11 45 77 74
Alfredo Pérez Venegas
-Rediseño de Vida-

Creencias de Poder – parte II



Intuición:
En nuestro interior, hay una voz que me llama, y me guía. Es mi intuición. Puede elegir escucharla o ignorarla. En cuanto estoy en sintonía con ella y le escucho, encuentro que soy guiado y que puedo lograr resultados increíbles. Puedo ver que, a largo plazo, el universo trabaja de maneras misteriosas, a mi favor, y a favor de todos. El propósito más elevado:
Todo lo que sucede, sucede por una razón, y para beneficio de un propósito más elevado. Puedo aprender a ver lo que me sucede desde una perspectiva más allá de la meramente diaria. Puedo ver las cosas desde la óptica del universo, y visualizar que será lo bueno que resulte de todo lo que me sucede. Es el caso del aforismo “¿está el vaso de agua medio lleno o medio vacío?”. Puedo verlo negativamente, y mi reacción será aún peor. También pudo verlo positivamente, y mi reacción será mayor al tener una carga de energía positiva. Todo momento es extraordinario:
El pasado solo existe en mi memoria. El futuro solo existe como una expectativa. El único momento que existe es el de AHORA. Es un momento preciado, y he de tratarlos con respeto y vivirlo al máximo. Estando enfocado en el presente, tengo enfoque, y me enfoco plenamente en lo que estoy haciendo AQUÍ y AHORA. Acción mejor que reacción:
Es mejor ponerme en una situación donde actúe, que estar en una en la que solo reaccione. La reacción es inconsciente, mientras la acción es consciente. Y así como hay momentos para la actividad, también hay momentos para la quietud. Viviendo el momento presente, y teniendo control consciente de mi mente consciente, enfoco donde poner mi atención, ya que donde la pongo, pongo mi energía. Influencias positivas:
Los pensamientos negativos atraen cosas negativas, que drenan mi energía. Los pensamientos positivos, opuestamente, atraen cosas positivas e incrementan mi energía. Con este fin, es preferible ver las cosas que me suceden desde una perspectiva positiva, y de lo negativo, entender cuál es el aprendizaje que puedo obtener para conservarlo en mí y el resto, dejarlo ir. Postura y Respiración:
La energía fluye a través del cuerpo, así como fluye por todas las cosas. Si mi postura es inadecuada, la energía no fluye adecuadamente causando bloqueos, que son la fuente de la enfermedad o el dolor. La energía, la respiro del mundo alrededor de mí. Por lo tanto, mi respiración ha de ser profunda, viviendo del movimiento del diafragma más que de mi pecho. Esto me posibilita absorber el máximo de energía, y todo el oxígeno que sea posible del airea que respiro en cualquier lugar en el que esté. También la respiración profunda me relaja. La respiración corta, breve, por el contrario, genera más bióxido de carbono en mi sangre, lo cual eleva mis sentimientos pensamientos negativos. Entonces, elegir la respiración profunda me permite una mayor consciencia y claridad mental, y un mejor manejo de mis emociones. La mejor de las intenciones, hay que ponerla en acción:
Puedo intentar lo que sea, pues mis intenciones son importantes. Sin embargo, mientras a la intención no siga la acción, no tengo nada en concreto. La acción convierte al conocimiento en sabiduría.

Libertad de elegir:
En cada situación en la que me encuentro, tengo la libertad de elegir, aunque no ve las opciones en ese momento. Más al descubrirlas, he de tener la fortaleza y el valor de hacer la elección adecuada, de manera ecológica y dentro del mis objetivos más elevados, a largo plazo. Puedo hacer a un lado la idea de la “gratificación inmediata”.

viernes, 15 de enero de 2010

Claves para resolver conflictos

Los conflictos son una parte inevitable de la vida. Ya que fuimos hechos diferentes, pues tenemos diferentes creencias, percepciones distintitas y disimiles maneras de analizar situaciones y resolver problemas. Todo esto nos lleva a conflictos de diferentes magnitudes. Por lo anterior, es conveniente que tengamos en nuestro bagaje de herramientas para mejores relaciones humanas algunas habilidades de solución de conflictos.
1. DISTINGUIR LOS HECHOS DE LAS SUPOSICIONES. Pensamos que la visión propia del mundo es la correcta, y la única válida.
Reconoce que solo tienes una parte de la verdad. Al momento del conflicto, trata de abstraer que es lo que sucede, cuál es tu visión de lo sucedido, y cuál puede ser la visión de la otra persona. Esto ayuda a liberarte de tu apego a tu “dueñez” de tu perspectiva personal. Cuando estamos en desacuerdo con alguien, elaboramos no solo sobre lo que sucedió, sino que además emitimos juicios acerca de la situación y la otra persona, los sentimientos y emociones que nos provoca y la versión de que significa todo esto. Hazte cargo de tus emociones y sentimientos. No es la otra persona la que t hace sentir de cierta manera. La otra persona hizo lo que hizo. Tú decides como reaccionar. Tú diste a la situación un significado propio, y has llegado a tus propias conclusiones. Analiza si estas representan un patrón similar en tu vida.

2. DISTINGUIR ENTRE MOTIVOS Y EMOCIONESComúnmente asumimos que sabemos que es lo que la otra persona quiere hacernos.
Lo único que realmente podemos ver, es el comportamiento, o conducta, de la otra persona. Reconoce que tal vez no quiso faltarte al respeto (o lastimarte, o ignorarte, o controlarte). También reconoce que tu eres el perpetrador, aunque tu motivo haya sido por demás inocente, eso no niega las emociones que hayas causado en el otro.

3. CONVERTIR LAS QUEJAS EN PETICIONES Imagina que cualquier queja (tuya o de alguien más) es realmente una petición que atender. Cuando estamos en situaciones que no nos gustan y sentimos disminuido nuestra posición, tenemos a quejarnos y a culpar. La próxima vez que te sorprendas quejándote, detente y pregúntate "Si en este momento algo pudiera ser diferente, y yo quisiera que lo fuera, ¿qué sería?" y entonces, ¡pídelo! Haz la petición a quien tenga el poder para darte eso que necesitas. Seguir quejándote no resuelva nada en tu vida, solo te amargas, y enseguida, tal vez inconscientemente, intentes amargar a los demás.
4. PARTE DE DONDE ESTÁSAlgunas veces, sabes exactamente qué es lo que quieres decir, solo que las palabras se atascan y quedan pegadas en tu garganta.
Hay, tal vez, un claro mensaje que entregar, mas dudas en darlo fuerte y claro, por temor a la posible reacción de quien te escucha. En esos momentos, empieza en donde te quedaste. Puedes reiniciar el diálogo con algo como “Me gustaría decirte algo, solo que temo que yo… o que tu…”. Te sorprenderás del impacto que causa el compartir tu vulnerabilidad en la receptividad de la otra persona. Y te sorprenderás de lo fácil que ahora saldrá ese mensaje que tienes que entregar.

5) HAZTE RESPONSABLE DE TU CONTRIBUCIÓN, TU PAPEL O TU INFLUENCIA. Reconoce que tienes algo que ver con que el problema continúe. Generalmente, esto es difícil de aceptar.es mucho más fácil culpar a alguien por tus problemas. Es el síndrome de “Fue aquel idiota”, “Si tan solo hubiera…”. El caso es que el hubiera NO existe. Así que agarra el toro por los cuernos, YA.
6) PERDONATE Y HAZTE UN BSEQUIO Perdonar no es condonar, o siquiera aceptar.
Perdonar a alguien en lo profundo de tu corazón solo aumenta tu agonía. Mantener ese estado en que te sientes lastimado u ofendido no arregla nada. Es necesario que des el siguiente paso, y dejes ir el evento o suceso. Solo dejar ir el dolor, lo alivia.

miércoles, 13 de enero de 2010

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Planes de Vida, ¿Cómo empezar a Ahorrar?

En este punto del ahorro, como en todos los de nuestra vida, más que fórmulas específicas, podemos hacer nuestro propio camino, eso sí, partiendo de experiencias de otros, para saber de antemano los aciertos y errores de sus decisiones.

El punto de partida, como en los otros aspectos de relevancia, trascendencia e impacto en nuestra vida, es saber dónde estamos parados, adonde deseamos estar y cuando deseamos estar ahí, y por supuesto, hacer un plan para recorrer el espacio entre un punto y otro. Ahora, en esto del ahorro, hay algo MUY IMPORTANTE, el ahorro además de aplicar en el aspecto financiero de nuestros bolsillos, también aplica en todas las esferas de nuestra vida. En este punto tengamos muy claro que el concepto de ahorro va más allá de la diferencia entre lo que ganamos y lo que gastamos. Hablo de que el ahorro es manejar RECURSOS, y al aplicarlos en otros órdenes de nuestro vivir podemos pensar que esos recursos tienen que ver con nuestras capacidades personales, especialmente el tiempo y la energía, y que ambos temas tienen una cantidad finita, limitada y que no hay más que lo que hay (en el aspecto del tiempo, pues hay 24 horas en el día, y punto. En el aspecto de la energía, también tenemos una cantidad disponible en nuestros cuerpos, que viene de nuestros hábitos de salud, alimentación, ejercicio, diversión, etc.) y entonces es mejor decidir, al menos tener en mente las ideas a grandes rasgos, de en que queremos invertir esos recursos personales y económicos. Desde ahora te puedo decir que el mejor lugar para invertirlos en aquellas actividades o situaciones que te lleven en el mediano y el largo plazo a tener una estabilidad, emocional y financiera, que te permitan ser pleno en cada etapa de tu vida ¿ok?
Regresando al tema del ahorro, entonces, ahora te comparto unas ideas tomadas del libro “El Hombre más Rico de Babilonia”, de George S. Clason, y que puedes conseguir libremente por internet (¡bendita red!).

1.
Una parte de lo que ganas, es tuya – Ahorra siempre 10% de tus ingresos. En otras palabras, por cada $100 que ganas, ahorra $10. Lo que quiere decir que tienes derecho, y obligación, de pagarte una parte de tu sueldo con el largo plazo en tu mente.
2.
Controla tus gastos – Pregúntate si todos tus gastos sean absolutamente necesarios. ¿Has notado como cuando tus ingresos suben, tus gastos también?
3.
Haz que tu oro se multiplique - Invierte. Con cada inversión que hagas, obtendrás un retorno. Invierte tus retornos.
4.
Protege tu tesoro -Invierte con precaución. Selecciona con cuidado las oportunidades de inversión que quieres aprovechar. Se trata de tomar riesgos calculados, no se trata de tomar riesgos porque sí, ni de no tomar ningún riesgo.
5.
Haz de tu vivienda una inversión rentable - Una parte del 90% de tus ingresos que utilizas para vivir la utilizarás para tu vivienda. Hacer una inversión rentable en vivienda NO NECESARIAMENTE significa comprar una casa. Esto depende de tu situación, tu capacidad de pago y otros factores por lo que puedieras encontrarte que en ciertas circunstacnias sea mejor alquilar un lugar para vivir que comprarlo. Por otro lado, esta idea aplica también a un paradigma de nuestra sociedad, “Joven, si quieres salir adelante, estudia una carrera”. Pregunto “¿una carrera profesional es garantía de un gran sueldo? ¿de un empleo de por vida? ¿de alcanzar ineludiblemente las metas personales de largo plazo? No te asustes, no estoy invitando a los jóvenes a que no estudien una carrera. Lo que intento, con el mejor espíritu, es que se visualicen así mismos en una edad más avanzada, y se den cuenta que si estudiar una cierta carrera, o una profesión, realmente los llevará a lograr sus sueños. Por supuesto, al saber cuales son tus sueños, elegirás los caminos y las herramientas (conocimientos y habilidades) que te lleven en esa dirección.
6.
Asegura ingresos futuros - Piensa en tu retiro. Piensa en el momento en el que trabajes por gusto, no por obligación. Es importante que tengas un flujo de ingresos para ese momento. Piensa en seguros de vida, inversiones a largo plazo, etc.
7.
Aumenta tu capacidad de generar ingresos – Edúcate. Desarrolla tus habilidades. Busca oportunidades para obtener varias fuentes de ingresos. Esto quiere decir, para quienes tienen un empleo fijo, que no se duerman en sus laureles y sean proactivos. El empleo de por vida, hace tiempo que dejó de existir. Para quienes son independientes, agrega líneas nuevas a lo que ya haces. Finalmente, los trabajos independientes requieren que apliquemos esfuerzo físico y mental, así que podemos aplicar las experiencias y enseñanzas de las grandes personalidades, y las grandes empresas, a nuestro favor.
Bien, por último, te invito a que cuides de tu mejor recurso, o sea tú mismo, y tengas presente que el virus de la influenza continua presente. Cuídate, y cuida a los demás, como ya sabes y como estuviste haciendo unas pocas semanas. En esto de la salud, es mejor pecar de precavido que de omisión.
¡Digo, de todas maneras podemos ser productivos y divertirnos
!

martes, 12 de enero de 2010

Creencias de Poder

Las creencias, dentro de la ´”Pirámide de Niveles Lógicos de Vida” -que analizamos y aprendemos a aplicar con profundidad en mis talleres de potencial humano- están ubicadas, junto con los valores, entre el nivel de la identidad y el nivel de las capacidades, habilidades y competencias. Las creencias son una fuerza muy poderosa que llena de energía, o se la quita, a nuestras acciones. Dicho de otra manera, las energías nos dan recursos para alcanzar nuestras metas, o nos limitan para alcanzarlas. Las creencias son tan poderosas que pueden afectar nuestra salud, en un sentido o en otro, pregúntale a los hipocondríacos, o a quienes viven la “remisión” de una enfermedad terminal. Y las creencias se modifican; son diferentes mis creencias de niño de la primaria, a mis creencias de adulto responsable de una familia. Cambian con las etapas y los contextos. Las creencias son paradigmas. Y los paradigmas hay que adecuarlos a la realidad cambiante. Y cuando doy nacimiento a un nuevo paradigma para reemplazar a otro, al mismo tiempo estoy preparando su fin.

Y bueno, dentro del sistema de creencias con que trabajo, tengo algunas que generan mucha energía, y la energía es lo que necesitamos para movernos, ya que el movimiento se demuestra andando.
Ahora te comparto algunas de ellas, recordándote que mis escritos los redacto en primera persona, pues es el estilo que te facilita la “toma de consciencia” de estos conceptos (desde luego, si están de acuerdo con tus propias creencias y valores). Van:

Todo está relacionado:
Todo en el universo está relacionado. Pienso en esto: tomo cualquiera de tus átomos, y que conforme voy viendo los diferentes elementos, estoy pasando entre un nivel y otro. Pienso ahora que ese átomo es parte de una molécula, que forma parte de una fibra, que es parte de un tejido, el cual es parte de un sistema, que forma parte de mi cuerpo, que es un cuerpo que vive en una comunidad, dentro de un país, el cual forma parte de un continente, y mientras sigo ascendiendo, veo que todo está dentro de un planeta, que ¿por qué no puede ser que sea un átomo de un sistema u organismo mucho mayor? Por lo tanto, aprecio que todos somos parte un sistema mayor, por lo que puedo tratar a los demás como parte de mí mismo. También creo que ninguna entidad es superior a otra; cada piedra, cada planta, cada insecto o animal así como cada humano, con los que me topo en mi camino, tienen algo que aportarme y algo que tomar de mí. La energía fluye:
El universo está compuesto de energía, la cual fluye entre todo y entre todos. La energía está ahí, y yo le doy dirección. Bien canalizada me da fluidez y creatividad; mal dirigida, o bloqueada, trabaja (nunca deja de trabajar en alguna dirección) contra mí. Sé como canalizarla, pues la percibo y la siento. Tengo mi propia referencia de cómo la he manejado en el pasado, y sabiendo donde enfocar mi atención, se donde enfocar mi energía, pues esta sigue a la anterior. Soy Espíritu, Mente y Cuerpo:
Soy un ser espiritual, en un cuerpo físico, y tengo la capacidad de utilizar todos mis recursos para vivir mi vida. Elijo vivir y convivir con las tres, pues el Espíritu Es, la Mente Hace y el cuerpo Tiene, y los 3 son importantes. Mis sentimientos están en el Espíritu, mis ideas en mi Mente y mis emociones en el Cuerpo. El balance es lo que utilizo para vivir con las tres, eligiendo a cual darle prioridad de acuerdo a cada momento, circunstancia y etapa de mi vida. Las creencias crean:
El cómo percibo el universo, está condicionado por mis creencias. Si deseo tener éxito en lo que emprendo, he de creer en mis habilidades y mis capacidades. Y más creeré en ellas mientras más pruebas tengo de sus resultados. Estas pruebas pueden ser de una sola, aunque fuerte manifestación, o de constante repetición. Si creo que algo sucederá, y lo deseo con toda pasión, ello sucederá. Creo que se manifestará en la forma más adecuada para mis necesidades, aunque sea diferente de cómo lo hubiera pensado, pues el universo se encarga de convertir mis creencias en realidad.

lunes, 11 de enero de 2010

El poder del dominio

El poder del dominio

En la vida diaria, la palabra "dominio" quiere decir dominar -o tener poder- sobre las personas, sobre las cosas, e incluso sobre los eventos, aunque con una connotación negativa.

Sin embargo, tiene también admite una significación más positiva. Por ejemplo, hace referencia a un nivel especial de destreza. Un pianista de conciertos no ejerce poder sobre el teclado, más su dominio de las teclas lo lleva a la interpretación excelsa de la intención del autor. De la misma manera, el dominio personal sugiere un nivel especial de destreza de nuestras habilidades y recursos, internos y externos, en cada situación de nuestras vidas, en lo personal, lo profesional y todas y cada una de nuestras "esferas de la vida".

¿Cómo se consigue el dominio personal?
Iniciando –como sabes- con una decisión, que se transforma en un compromiso de cada quien con su propio crecimiento. Este compromiso lo materializamos trabajando en puntos específicos:
· Visión: ahondar en el propósito que fundamenta nuestras visiones y metas. Una visión es un sueño que transformamos en realidad al poner plazos de ejecución para lograrlo.
· Fluidez: ver la "realidad actual" como una fuerza a nuestro favor, más que como un enemigo. Fluir con las fuerzas del cambio trabajando con ellas en vez de oponerles resistencia.
· Conexión: estar conectados con otras personas y con la vida misma. Al tiempo de hacer esto, desarrollar nuestra singularidad, siendo parte de una evolución creativa más amplia, en la que procuramos influir positivamente.
Como nos damos cuenta, el dominio personal es una característica de madurez, y esta nos lleva a vivir y defender nuestros valores, comprometernos con metas dirigidas a la trascendencia, y buscando permanente la mayor apreciación de la realidad.
Como hemos platicado, toda decisión que ponemos en acción, implica crear nuevos hábitos y a la vez romper con otros. En este caso hablamos de abandonar el "echarle la culpa al otro". Hablamos de la verdadera independencia, a nivel emocional y mental, para continuar nuestro crecimiento. En el sentido de estos días, que celebramos un nuevo aniversario de la independencia de nuestro país (habrá que preguntarnos que tan independientes somos, hacia afuera y hacia adentro) es muy válido, es más, es muy necesario cuestionarnos que tan independientes somos como personas, y de ahí examinar que tan satisfechos nos sentimos con el nivel de nuestra participación personal en la solución de los problemas de nuestras comunidades. Que nos quede bien claro, el dominio es utilizar nuestras fortalezas y habilidades para solucionar y mejorar nuestra calidad de vida y de las comunidades en las que vivimos.

domingo, 10 de enero de 2010

Aprendizaje positivo

Una persona valiosa es aquella que cree que puede lograr lo que sea. Con la actitud adecuada para fluir con las nuevas tareas viene un enorme potencial, y la posibilidad de aprender rápida, callada y eficientemente. Esta es la base del “Aprendizaje Positivo”.

El “Aprendizaje Positivo” utiliza el “desmenuzar”, o diseñar un proceso “paso por paso” para desarrollar una habilidad en tareas que gradual y progresivamente eleven el grado de uso y dificultad. Al desmenuzar nuestro proceso de aprendizaje en pasos, entramos en un camino circular – la “Espiral del Éxito”’.

El primer paso en la Espiral del Éxito es tomar la responsabilidad por nuestras vidas. Si hay algo en nuestras vidas con las que no estemos conformes, podemos hacer una de dos cosas:
Podemos defender nuestro estado actual, culpar a otros o a nuestras circunstancias – en cuyo caso “obtenemos los que podemos”. En otras palabras, y dicho de manera sencilla, extinguimos nuestro potencial de evolucionar y disminuimos nuestras opciones. Podemos incluso encontrarnos diciendo cosas como – “¿porque debo cambiar si mi pareja es quien tiene el problema? O “estaré feliz cuando mi pareja deje de molestarme”.
O podemos tomar la responsabilidad por nosotros mismos y vivir bajo el adagio que dice que todas las respuestas a nuestras preguntas están dentro de nosotros mismos. Por ejemplo, si ahora no estoy feliz, es porque no me he identificado plenamente con mi esencia. Si ahora no soy amado, tal vez sea mi responsabilidad practicar el dar amor si esperar nada a cambio, y ver adonde me lleva esa actitud.
¿Te das cuenta de cómo en el segundo escenario aumentas tu poder personal al usar un diálogo interno positive, mejorando tu potencial para cambiar tus circunstancias e incrementar tus opciones?
Una vez que hemos identificado el potencial para nuestro desarrollo, incrementamos nuestro poder personal dejando ir nuestro yo mismo anterior que ya no deseamos y animamos la visión de nuestro nuevo yo mismo en movimiento hacia adelante. Entonces llega el momento para el segundo paso, la acción. Para empezar, en las mañanas al despertar, podemos repetir durante unos 3 minutos la frase: …cada día mejor y mejor…

El tercer paso es embarcarnos en un diálogo interno positivo que refuerce la acción. Ello incrementa nuestro potencial y da poder a nuestra jornada durante el camino por la Espiral del Éxito.

¿Sabes donde se aloja tu esencia? Cierra tus ojos por un momento. Con tu dedo índice, señala a ti mientras dices “yo”. ¿Adónde apuntó tu dedo? Ahí se aloja tu esencia…

Nobleza, amor, simpatía, sabiduría, unicidad, intuición, gratitud y gozo – son todas cualidades de la esencia. Es una fuente infinita de la que fluye toda calidad positive que poseemos. Si entras a una habitación oscura, y enciendes una vela, ¿qué sucede? La luz ilumina la oscuridad. Exactamente de la misma manera, al avanzar en nuestro auto-conocimiento, la luz de nuestros espíritus iluminará más y más nuestros seres.

No debemos detener nuestra exploración. Y al final de todo, nuestra exploración llegará al lugar del que partimos y veremos el lugar como por primera vez - T.S. ELIOT